Artículo sobre la Asociación Adancer publicado en el Diario Jaén el 22/11/2015
Estamos, por desgracia, acostumbrados a ver cómo surgen peleas y disputas por todo tipo de cosas. Por derribar o poner fronteras, por descalificar a los que no piensan como nosotros, por echar por tierra los proyectos de los que han prosperado más de lo que nosotros somos capaces. Me preocupa esta tendencia en todos sitios de restar en lugar de sumar.En un ambiente como éste es muy gratificante conocer a gente como los que forman la Asociación ADANCER.
La asociación es lo más alejado de lo que solemos conocer habitualmente. No disponen de una sede al uso. Ellos tienen su centro de operaciones en el Bar Chérigan, sí, como lo están leyendo…la sede es un bar. ¿Por qué? Porque sus medios son tan escasos que el dinero que implica mantener una sede ellos lo destinan a cumplir sus objetivos. Cuatro paneles recogen todo lo que la asociación conlleva y realiza. Así de simple y así de maravilloso.
La claridad y la bondad en su filosofía de vida no es comparable a nada. Son gente humilde y trabajadora, muy trabajadora, que anteponen las necesidades de los demás a las suyas propias. En una época como la que vivimos, en que sacar adelante un negocio humilde, como es un bar de barrio, ya es todo un triunfo, ellos se entretienen en dedicar gran parte de su tiempo a ayudar a muchísima gente.
Entre otras actividades ellos organizan en Navidad una comida para muchísima gente que, en esas fechas señaladas, no van a poder “celebrar” un día en el que nadie debería de estar sólo. Nadie merece eso ningún día al año pero, en Navidad, menos aún. Cualquier cuento de Navidad que nos guste queda diminuto comparado con lo que ellos hacen.
Además de eso, se encargan, en este momento, de ayudar, como buenamente pueden, a Elena que es una niña con Displasia Ectodérmica Hipohidrótica. El nombre de su enfermedad ya, por sí sólo, impresiona. Esta cría vive en el seno de una familia humilde que carece de ningún tipo de medios para subsistir con lo que aún les es más difícil poder hacer frente a los gastos (más de 700 euros al mes) derivados de la infinidad de cosas que necesita esta princesita.
Si cualquier persona o entidad merece apoyo y admiración por la labor que realicen en favor de los demás, en el caso de ADANCER con más razón.La base de la Asociación la forma la familia propietaria del bar que, ayudada por un escaso grupo de gente cercana a ellos, luchan como pueden por intentar hacer frente a todo lo que se les va presentando.
Gente como ellos me recuerdan una de mis películas favoritas: Cadena de favores. Viendo cómo entienden la vida y cómo se preocupan de la gente se aprende mucho. Siempre podemos mejorar como personas y con ellos lo haremos con toda seguridad.
Ellos no cuentan con el apoyo, mayor o menor, de una organización nacional, como sería lo normal, que les de cierta cobertura. Ellos van por su cuenta luchando contra los elementos con los pocos medios que tienen…no saben hacer las cosas de otra manera y qué manera más bonita y más pura tienen de hacerlo.
Por eso, si cualquiera de las asociaciones que se dedican a ayudar fijándose un objetivo merece nuestro apoyo, en este caso, con más motivo.
Dentro de las asociaciones por las que hago el Festival Siete Aceitunas Solidarias y un Lagarto le tengo a ADANCER un cariño especial porque, en cierto modo, ellos son los culpables de que el festival se realice.
Cuando tuve conocimiento de su existencia y de cómo pelean por los demás me ví en la “obligación” de ponerme a su disposición. Luego ya vino el resto hasta que tomó forma esta gala que haré el 18 de Diciembre. Sin ellos, quizá todo esto no habría ocurrido.
Por eso, si tenéis oportunidad, además de asistir al Festival, de pasar a hacerles una visita y ver de qué manera podéis aportar vuestro granito de arena seguro que os lo agradecerán, al igual que yo.
Igual que aparecen de vez en cuando las epidemias dichosas, donde la gente se va contagiando, sería maravilloso que ocurriera igual con las demostaciones de generosidad que hace la gente como los que forman parte de la Asociación ADANCER. Desde aquí sólo puedo decir…gracias por vuestro ejemplo.