Gracias al Jaén Paraíso Interior de Fútbol Sala
Hace muchísimo que no escribo. La última vez fue en Abril. Después han pasado algunas “cosillas” que me han tenido entretenido pero volvemos a la carga por una razón que lo merece de sobra.
Una tierra la hace grande su gente que es la que se encarga de llevar a cabo acontecemientos de relevancia. Y este es el caso de todos los que forman parte del inigualable club que hay en mi tierra.
Mucha gente sabe mi unión al Club Jaén Paraíso Interior de fútbol sala. Tengo debilidad por todo lo que tiene que ver con mi tierra y, en este caso, a la calidad deportiva, que queda sobradamente demostrada hace ya tiempo, se une la calidad humana. Todos sus íntegrantes (desde la directiva hasta los jugadores pasando por todo el equipo técnico) poseen una calidad personal que les lleva a volcarse con nuestra ciudadanía de una forma admirable de las que tengo oportunidad de ser testigo y dar fe en varias ocasiones a lo largo de cada año.
Ayer tuve una nueva oportunidad de comprobarlo. El jueves 30 de Noviembre fue un día muy especial porque decidieron organizar un partido en el que se mezclaron jugadores del equipo jugadores del equipo de la Asociación Síndrome de Down de Jaén y Provincia. También hubo un tío con bigote que destacó por su toque de balón. No por su calidad tocándola sino porque literalmente dio sólo toque en todo el partido.
Me cuesta trabajo definir lo que se puede llegar a sentir entre el altruismo de deportistas tan grandes, de una directiva y un cuerpo técnico tan entregado, unos familiares encantados con lo que estaban viendo y unos cracks de Síndrome de Down que llevaban días soñando con este acontecimiento y que se apiñaban votando con la expresión rebosante de felicidad cada vez que uno de ellos conseguía perforar la portería.
Quiero destacar especialmente también la labor que hace toda la gente que se encarga de entrenar, e inculcar valores de compañerismo a la vez, a estos galácticos. Mi enhorabuena y mi agradecimiento por la labor que hacen.
Si tengo que poner un pero sólo sería referente a que me hubiera gustado ver la grada a rebosar. Os puedo asegurar que el partido fue vibrante. Tenemos un equipo de Síndrome de Down que nos va a dar muchas alegrías en cuanto empiecen a competir que será en breve. Ayer hubiera sido una oportunidad maravillosa de volver a ver a llena La Salobreja apoyando a estos maravillosos deportistas que, una vez más, dieron una lección impecable de saber estar, de educación, de compañerismo y de humanidad.
Ellos tienen Síndrome de Down, es su diferencia de la misma forma que cada uno tenemos nuestras propias difierencias con respecto a los demás y esa es la grandeza del ser humano. Pero si me dan a escoger, lo tengo claro. Cada vez me inclino más hacia ellos. Son muy grandes.
Lo dicho, gracias a Síndrome de Down de Jaén y Provincia por dar ejemplo, como siempre y, por supuesto, gracias al mejor club del mundo. Gracias al Jaén Paraíso Interior de Fútbol Sala, el equipo de mi tierra, por ser capaces con su presencia y su entrega de hacer felices a los que tantas veces nos dan su cariño y su preciosa forma de ser sin esperar nada a cambio.
Habrá muchos partidos de alto nivel pero el de ayer, a calidad humana, no le habría ganado ninguno.
Os quiero mucho. Besicos aceitunaeros.
Comentarios
Hola. He preguntado en mi familia y nadie recuerda tener ningún familiar en Bedmar. Lo siento.